Artes de México

REVISTA ARTES DE MÉXICO | Cuando los sentidos dejan de tener sentido: XVII Bienal de fotografía

25/03/2017 - 12:03 am

En el marco de las mesas de diálogo de la colección fotográfica Luz Portátil de Artes de México, el pasado viernes 3 de marzo de 2017, en el Centro Cultural Bella Época, de la Librería Rosario Castellanos, se realizó una mesa de diálogo sobre el quehacer de la fotografía actual y la polémica suscitada en torno a la XVII Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen. En esta mesa, participaron Beatriz Díaz, Mauricio Alejo, Juan José Díaz Infante, Gustavo Prado, Ulises Castellanos e Itala Schmelz. Reproducimos aquí un fragmento de lo expuesto por Pedro Tzontémoc, director de la Colección Luz Portátil.

Por Pedro Tzontémoc

Ciudad de México, 25 de marzo (SinEmbargo).- Mi participación será breve; me voy a permitir esta introducción para exponer por qué, desde la Colección Luz Portátil, decidimos sumarnos a este debate: sencillamente porque nadie nos invitó, así que decidimos autoinvitarnos con la convocación de esta mesa tan plural como la colección.

Es posible que no nos haya incluido porque es a mí a quien vinculan directamente con la fotografía y, sin escucharme, ya consideran que mi postura es monolítica. Quizá tengan razón, pero eso no debería ser excluyente. Quienes me conocen saben que mi postura es la de sumar y no restar.

Es muy difícil juzgar a un jurado porque todos valoramos y calificamos la realidad a partir de nuestra propia experiencia y visión del mundo. Por lo tanto, una bienal no puede ser una muestra significativa de lo que se ha hecho en los dos años precedentes, en tanto que es una muestra de preferencias, del qué y cómo percibe el mundo el jurado en turno. Resumo lo anterior con una frase que escuché recientemente: “lo malo de la verdad es que cada quien tiene la suya”. Me gustaría ver lo que los jurados rechazaron, eso sería una bienal distinta: la no selección es una selección y sería muy interesante contrastar ambas verdades. Se ha llamado a ésta la “bienal de la ruptura”, me parece pretencioso porque el tiempo que es el mejor de los críticos se encargará de filtrar las obras y los autores aquí seleccionados.

No me extenderé hablando de las obras incluidas ni de sus autores, ya se ha dicho demasiado y no creo que pueda aportar algo nuevo, sólo un breve comentario sobre los premiados. Del primer lugar no podría criticar el concepto, hacerlo sería criticar mi propio trabajo como fotógrafo, ya que trata del registro del proceso vivencial propio que siempre me ha interesado, pero me parece que le falta rigor en la calidad formal y que se le haya dado prioridad a la inmediatez es una lástima. Del segundo lugar, me parece totalmente indigno premiar una obra que es el refrito de otra obra que ya era el refrito de una anterior, y eso sin considerar el cuestionamiento ético que ya se ha denunciado. Todo se vale, pero así, ninguna de las dos propuestas hubiera tenido respuesta en Luz Portátil, los requisitos son sólo tres: calidad, congruencia y unidad conceptual.

He leído y escuchado mucho sobre la bienal, algunos argumentos muy lúcidos y propositivos, otros rebuscados y vacíos, pero me detendré en una conversación que llamó mi atención: la de Yvonnne Venegas y Ulises Castellanos en el programa de radio de la Universidad Panamericana. Para justificar la obra Linde, Yvonne menciona su relación con la escultura y la tercera dimensión. Al respecto, quiero decir que la fotografía no solamente tiene tres dimensiones, sino cuatro: dos de los ejes horizontal y vertical; para hacer visible la tercera, basta con manipular la profundidad de campo y no se necesita tanta justificación. Todavía hay una más, la cuarta, la que se refiere al tiempo, la que se manifiesta al manipular el obturador.

Créanme que he tratado de entender por qué una obra como Linde, sin ningún tratamiento fotográfico, es decir, escribir con luz, fue seleccionada en la bienal de fotografía, si ni siquiera aprovechó su tridimensionalidad para que la luz dibujara sombras en la pared. He leído el texto que la acompaña y éste no revela el misterio porque lo que se presenta son los alambres físicos y no una imagen de éstos. Entonces, pienso que la imagen de esta obra podría ser la imagen que se genera en mi retina, una imagen virtual que percibe mi cerebro; pero eso no está en la ficha técnica, y para ser sincero, justificarla de esa manera ya está muy jalado de los pelos y no precisamente los pelos de vaca que se quedaron atorados en los alambres expuestos. Y aquí me veo tratando de justificar lo imposible, no es que sea monolítico es que no me dan otra opción. A mi parecer, nada justifica la presencia de esta propuesta en esta exposición y, si lo que querían era provocar, lo hubieran hecho de una manera más inteligente. Convoco a los fotógrafos a participar en la próxima bienal de escultura con sus mejores imágenes. La frontera entre los conceptos está tan difusa que quizá hasta un premio podrían obtener.

En cuanto a la controversia imagen versus fotografía, me parece que este mundo está dejando la materialidad, y no es que esté mal, es el signo de los tiempos en donde todo cambia. Sólo me parece que es muy triste que los sentidos dejen de tener sentido, es decir, la fotografía ya no tiene que ser impresa, los libros ya se pueden leer sin tocarse y sin olerse, la realidad se mira y se vive a través de una pantalla, para comunicarse ahora se mira un celular y no a los ojos del interlocutor, todo se vuelve virtual, hasta el sexo y eso ya es un exceso. Yo me quedo con la posibilidad de tocar una fotografía, hojear un libro, mirar a quien le hablo y del sexo la respuesta es obvia.

Para terminar y para que nadie afile los dientes, quiero aclarar que no soy crítico profesional ni fotógrafo puro y duro, como dicen ahora, mi fotografía es mucho más conceptual para quien mire más allá de la superficie, hacerla me ha hecho feliz y con eso me basta. En cuanto a editor, quizá pueda pensarse que la colección luz portátil no responde a los nuevos paradigmas del arte, pero las treinta miradas que la conforman hasta el momento la acreditan y con eso, también me basta.

La Colección Luz Portátil está disponible en librerías y en esta página. Una sección curada por Artes de México para SinEmbargo.

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